Dee Boersma es doctora en biología de la conservación y profesora en la Universidad de Washington, EE.UU, y en diciembre 2022 cumplió 40 años estudiando el pingüino de Magallanes con el apoyo de WCS. Gracias a su trabajo sostenido en el tiempo, generó información relevante sobre el comportamiento y la conservación de esta especie. Días antes de la conmemoración del Día de la Conciencia por los Pingüinos, que se celebra cada 20 de enero, reconocemos su trayectoria y agradecemos su legado.
Punta Tombo, donde todo empezó
“¡La vida silvestre en este lugar es increíble! Hay pingüinos, guanacos, cormoranes, choiques, lobos marinos…”, transmite con entusiasmo Dee Boersma desde Punta Tombo, Chubut. La primera vez que Dee visitó el área fue en diciembre de 1982, gracias a una invitación de William Conway, entonces Director General de WCS. Cuatro décadas y cientos de visitas después, su fascinación por el lugar y las formas de vida que lo habitan sigue intacta, como el primer día.
Carteles informativos sobre el pingüino de Magallanes en Punta Tombo provistos por WCS.
“Estudio la historia natural de los pingüinos de Punta Tombo desde hace 40 años. En este tiempo hemos identificado pingüinos que tienen más de 30 años, hemos encontrado que muchas aves son solterones que nunca han conseguido pareja e, incluso, registramos algunos ´divorcios´ de ejemplares que encontraron nuevas parejas”, relata como parte de los hallazgos sobre la especie.
Los programas de monitoreo sostenidos en el tiempo son esenciales para detectar cambios en las poblaciones e interpretar los factores que los provocan, como el cambio climático y las presiones generadas por actividades humanas.
“Aunque parezca que siempre estuvieron aquí, los primeros pingüinos comenzaron a nidificar en Punta Tombo en 1924. Esta población aumentó rápidamente hasta la década de 1960, pero ahora estamos observando una disminución debido a un desplazamiento hacia colonias en Península Valdés, más de 200km al norte de Tombo”. Este movimiento extraordinario es producto de una redistribución hacia el norte del alimento del cual dependen en el mar, en particular la anchoíta, quizás causado al menos en parte, por el cambio climático.
Zona mas densa de la colonia de nidificación de pingüino de Magallanes en Punta Tombo (marzo 2009).
40 años de trayectoria, y contando...
Dee reconoce que “un período tan amplio de investigaciones sólo fue posible gracias a la cooperación y ayuda de muchas personas e instituciones, incluida la Provincia de Chubut, la Familia La Regina propietaria de la Estancia La Perla, y especialmente Bill Conway y Guillermo Harris de WCS, quienes apoyaron su trabajo de investigación a lo largo de las últimas cuatro décadas.
Primera vivienda para guardafaunas e investigadores en Punta Tombo donada por WCS.
Su trabajo y el de su equipo en Punta Tombo ha generado entre otros resultados:
- Datos de éxito reproductivo y seguimiento de más de 50.000 pingüinos identificados mediante anillos numerados colocados en sus aletas, y miles más equipados con pequeñas marcas interdigitales.
Los anillos son colocados en las aletas de pingüinos jóvenes y permanecen en el ave permitiendo así su seguimiento.
- Datos de dieta de los pingüinos de Magallanes en Punta Tombo que muestran la importancia de la anchoíta para esta población.
- Datos de consumo de alimento en cada viaje al mar que realizan pingüinos equipados con transpondedores de radio, registrados con balanzas automáticas, información que muestra que el alimento en el mar muchas veces escasea.
- Monitoreo de la población de pingüinos de Punta Tombo y Punta Clara mediante censos anuales desde 1982.
- Monitoreo del estado de contaminación de mar por hidrocarburos mediante censos de pingüinos empetrolados cada cinco años en las costas de Chubut desde 1990. Felizmente muestran una marcada disminución de la contaminación desde la década de 1980.
- Información sobre las áreas de alimentación de los pingüinos en el mar en las distintas etapas de la reproducción (llegada y puesta, incubación, alimentación de pichones). Información que explica el desplazamiento de parte de la población reproductiva hacia la Península Valdés.
- Información acompañada por mapas, generada mediante la colocación de dispositivos satelitales, que muestra la migración invernal de los pingüinos de Magallanes hasta el sur de Brasil. Natación de más de 4.000 kilómetros ida y vuelta.
- Recomendaciones para el turismo en Punta Tombo basadas en estudios que muestran el bajo impacto de las personas siempre que se mantengan dentro de senderos fijos, en especial sobre-elevados y que las visitas eviten las horas cercanas a la madrugada y la puesta de sol.
- Asistencia brindada a la provincia del Chubut para prohibir el acceso vehicular hasta la zona más densa de la colonia y su reemplazo por acceso peatonal reduciendo así el impacto sobre las aves y mejorando la experiencia del visitante.
- Construcción de senderos elevados en la colonia para evitar que el creciente número de turistas corten el acceso de las aves que van y vienen del mar a sus nidos.
- Y la formación de profesionales que hicieron sus Doctorados con Dee y dieron los primeros pasos de sus carreras bajo su ala, o mejor dicho, “aleta de pingüino”, como Pablo Yorio, Esteban Frere, Patricia Gandini, Pablo García Borboroglu, Luciana Pozzi, y muchas personas más.
Por todo esto, ponderamos la enorme cantidad de información sobre el pingüino de Magallanes que has generado en estos cuarenta años. ¡Felicitaciones por tu trayectoria, Dee, y gracias por tu legado!
Un grupo de pingüinos de Magallanes adultos en la playa de Punta Tombo.
Fotos: Guillermo Harris-WCS Argentina
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