Luego de 3 décadas de trabajo mancomunado de la sociedad de la Tierra Fuego, la Legislatura provincial votó unanimemente a favor de creación del Área Natural Protegida Península Mitre, para proteger su invaluable patrimonio natural y cultural. Con una superficie de 10.341 km2 y la extensión de 4 millas marinas en torno al archipiélago de la Isla de los Estados, Islas de Año Nuevo e lslotes Adyacentes, su protección abarcará hábitats de gran relevancia para la mitigación del cambio climático, zonas clave para la reproducción y alimentación de aves y mamíferos marinos y un rico patrimonio cultural.
Martes 6 de diciembre 2022, Tierra del Fuego - “Durante milenios fué habitada por los pueblos originarios del sur de Sudamérica. Luego, se transformó en una de las esquinas del mundo por la que transitaban las embarcaciones. Sus aguas y costas han sido testigos de la explotación de lobos marinos, pingüinos y ballenas”, relató Adrian Schiavini, investigador del CADIC-CONICET e investigador asociado a WCS. “Hoy, junto con las de Isla de los Estados, esas aguas son usadas por estas aves y mamíferos marinos como zonas de alimentación. También representa un importante sumidero de carbono a través de sus turberas, y aloja testimonios culturales de la relación hombre-naturaleza que se deben preservar”, destacó.
El Área Natural Protegida Península Mitre fue aprobada en la tarde del martes 6 de diciembre en la Legislatura de Tierra del Fuego, luego de un proceso sostenido por parte de la sociedad fueguina a lo largo de más de 3 décadas.
La zona abarca aproximadamente 3.500 km2 terrestres y 6.800 km2 marinos que comprenden la porción terrestre del extremo oriental del sector argentino de la lsla Grande de Tierra del Fuego, el área marina adyacente, las áreas marinas que rodean la lsla de los Estados, lsla de Año Nuevo e lslotes Adyacentes y la totalidad de los espejos, cursos de agua, lagunas, islas e islotes interiores que se encuentren ubicados dentro de los límites.
La Península Mitre está asociada a una sistema marino de bosques de algas y vegetación costera muy relevante. Incluye hábitats y áreas de alimentación de importantes ensambles de aves y mamíferos marinos y costeros del Mar Argentino, como los pingüinos de magallanes y penacho amarillo, el carancho austral, los lobos marinos de uno y dos pelos, el huillín y el chungungo, entre otros.
El 95% de las turberas de nuestro país se encuentran en Tierra del Fuego, y la mayor parte, en la Península Mitre, por lo que se considera el mayor punto de concentración de carbono de la Argentina. En el área oeste de Isla de los Estados, casi 1/3 de la superficie se encuentra cubierta por este tipo de humedal. En un relevamiento realizado por la Secretaría de Ambiente de Tierra del Fuego, con el apoyo de CADIC-CONICET, WCS Argentina y Parques Nacionales, se encontraron turberas de más de 6 metros de profundidad. Si bien el cálculo no es lineal, se considera que crecen 1mm por año, lo que significa que algunas podrían tener alrededor de 6.000 años. Esta larga dinámica geoecológica es difícil de reproducir artificialmente, por lo que su destrucción sería probablemente irreversible.
Afortunadamente, y aunque el proceso para promover su creación data de largo tiempo, se trata de un sitio aún muy bien conservado, por lo que el área garantizará la protección de su estado a perpetuidad. “Península Mitre, con sus grandes extensiones de turberas, será el regalo de los fueguinos a la humanidad para contribuir a la mitigación del cambio climático. Esperamos que sea ejemplo y el principio de un largo y necesario camino a seguir", sostuvo Andrea Raya Rey, investigadora del CADIC-CONICET e investigadora asociada a WCS Argentina.
“Felicitamos a todos los investigadores que durante décadas llevaron adelante trabajos científicos que permitieron describir la importancia de los ecosistemas naturales de la Península Mitre, su biodiversidad, su valor histórico y cultural, y su rol clave para la mitigación del cambio climático. Pusieron esta información al servicio de estrategias de conservación, y acompañaron a la comunidad local, la academia, las organizaciones de la sociedad civil y los actores gubernamentales para lograr la creación del Área Natural Protegida”, celebró Valeria Falabella, Directora de Conservación Costero-Marina de WCS Argentina.
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