Estudiamos la incidencia de la urbanización y la actividad agrícola-ganadera sobre la diversidad y la estructura genética de las poblaciones de guanacos del Monte y la Estepa Patagónica de Argentina. La investigación fue realizada en colaboración con la Universidad del Bio-Bío, el Instituto Patagónico Para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC-CONICET), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Universidad de Chile, Smithsonian Conservation Biology y WCS Argentina.
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A partir de la investigación y reciente publicación, "encontramos que el surgimiento de pueblos y ciudades, la infraestructura asociada a los valles de cultivo y a la introducción de millones de ovinos domésticos pastoreando sobre la vegetación nativa, coincidieron con un proceso de aislamiento de varias poblaciones de guanacos", sostuvo Ricardo Baldi, investigador independiente de IPEEC-CONICET y asesor científico de WCS Argentina.
Sin embargo, los análisis genéticos también sugieren que, más recientemente, se está produciendo un aumento de la conectividad entre poblaciones previamente aisladas en el centro y sur de la Patagonia. Esto podría estar asociado a la disminución de la actividad ganadera en los últimos 20 años; así como a iniciativas de conservación que refuerzan la tendencia.
En relación a la última variable, por ejemplo, WCS Argentina trabaja con grupos de productores de lana ovina en Península Valdés y crianceros de cabras y ovejas en Neuquén y Mendoza, poniendo en práctica el manejo no letal de depredadores nativos, ajustes en la densidad de ganado, y la coexistencia con herbívoros nativos a través de programas de certificación que agreguen valor a la producción amigable con la vida silvestre.
Pero, aunque la declinación de la actividad humana representa una oportunidad para la recuperación de grandes poblaciones conectadas de guanacos, la caza furtiva y el comercio ilegal de su carne continúan extendidos en la región, por lo que resulta necesario incrementar la fiscalización y grado de aplicación de la ley.
Es necesario avanzar hacia una red de áreas núcleo, conectadas por corredores, que conserve la biodiversidad de la Patagonia árida y semiárida, incluyendo poblaciones de especies que requieren hábitats extensos y conectados -como los guanacos-, y que contribuya a su adaptación y evolución frente a cambios ambientales futuros, en coexistencia con las actividades humanas.
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