Ante los planes de la industria salmonera de expandirse hacia el Canal Beagle, las organizaciones agrupadas en el Foro para la Conservación del Mar Patagónico manifestamos nuestro rechazo categórico a la instalación de centros de cultivo de salmónidos por los daños catastróficos e irreversibles que provocaría sobre los valores ecológicos, económicos, culturales y estéticos de uno de los sectores más sobresalientes del ecosistema marino patagónico. El Foro solicita a ambos gobiernos disponer todas las medidas legales y administrativas necesarias para evitar su emplazamiento en estas aguas marinas y a actuar conjuntamente para su conservación, entendiendo que la naturaleza del Canal Beagle trasciende los límites políticos.
“Los gobiernos de Chile y Argentina deben evitar la instalación de salmoneras en el Canal Beagle y adoptar medidas efectivas para la protección de su medioambiente marino de manera coordinada”, acordamos los miembros de la red regional de 24 organizaciones de la sociedad civil que promovemos la conservación marina patagónica, en la reciente declaración “Canal Beagle Sin Salmoneras”.
“Emplazar centros de cultivo de salmónidos en el Canal Beagle afectará irreversiblemente los valores únicos de un sistema integrado naturalmente más allá de las fronteras políticas. Basta con que dichos centros se instalen en un país para que se afecte el ecosistema compartido”, advierten los miembros del Foro enfatizando la perspectiva regional del área.
La advertencia cobra dimensión ante la confirmación del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura de Chile (Sernapesca) sobre un nuevo caso del virus ISA en la Región de Magallanes. “Estas crisis son frecuentes e inevitables. Las altas densidades de peces enjaulados, la cercanía entre centros de cultivo, y la vulnerabilidad asociada al carácter de especie exótica de los salmones, favorecen la aparición y propagación de enfermedades. Y para su control, los productores usan antibióticos y antiparasitarios en dosis que pueden afectar la salud humana, el ambiente y las economías locales”, detalla el documento Sobre riesgos e impactos de la acuicultura de salmónidos, publicado por el Foro en 2018.
Ante este contexto, el Foro llama a los gobiernos de ambos países a honrar sus buenas relaciones a través de la conservación coordinada del Canal Beagle, protegiéndolo de actividades nocivas, como la salmonicultura, que impidan el aprovechamiento de sus espectaculares escenarios naturales y especies autóctonas. Para ello, solicitan a las autoridades respectivas:
- Dejar sin efecto las concesiones entregadas en Chile para operar en el Canal Beagle y frenar inmediatamente la instalación de la industria en el área.
- Tratar proyectos de leyes provinciales y nacionales en Argentina para prohibir la instalación de salmoneras en todo el litoral marítimo que ofrezca condiciones.
- Promover herramientas de conservación como la creación de Áreas Marinas Protegidas y la Planificación Espacial Marina en forma articulada para garantizar que las actividades humanas en el Canal Beagle sean sostenibles y aseguren la conservación del ecosistema.
Un Faro para la Conservación de los “Océanos del Fin del Mundo”
El Canal Beagle es una región sobresaliente, que reúne características de alto valor ecológico, económico, cultura y estético. Por su relevancia, en 2013 el Foro para la Conservación del Mar Patagónico lo identificó como uno de los “Faros del Mar Patagónico”, una selección de áreas costero-marinas que deben ser prioritariamente conservadas para sostener la funcionalidad y extraordinaria biodiversidad del “Mar del Fin del Mundo”.
Chile y Argentina tuvieron serias tensiones por el área hace 40 años a causa de un diferendo por límites. Hoy, el Canal Beagle puede convertirse en un monumento a la paz; un Faro para guiar y profundizar relaciones binacionales hacia la conservación de su naturaleza.