El cambio climático, junto a la pérdida de biodiversidad y la propagación de enfermedades zoonóticas, es una de las grandes crisis actuales que nos desafían como humanidad. En el último siglo, los patrones climáticos del planeta comenzaron a variar y la temperatura media aumentó considerablemente debido al impacto de actividades humanas como los procesos industriales, la combustión de petróleo y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de producción agropecuaria y patrones de consumo no sostenibles. Según organismos internacionales, el 2024 fue el año más cálido registrado a nivel mundial desde que el hombre existe en la Tierra.
El cambio climático afecta -de modos que todavía no entendemos plenamente- el funcionamiento de los sistemas atmosféricos, terrestres y marinos, impactando en plantas y animales, la salud de las personas y el mantenimiento de ambientes naturales tal como los conocemos. Algunas de sus consecuencias son el incremento en la ocurrencia e intensidad de eventos climáticos extremos, la redistribución de especies y la alteración de condiciones de sus hábitats, el aumento de enfermedades de transmisión vectorial y otras zoonosis.
La conservación de la naturaleza es fundamental para la mitigación y adaptación al cambio climático. Mediante un enfoque científico podemos comprender sus consecuencias en la vida silvestre y los ambientes naturales, y proponer Soluciones Basadas en la Naturaleza como herramientas efectivas para abordar estos desafíos, como la protección y regeneración de ecosistemas que absorben gases de efecto invernadero y pueden almacenar abundante agua y carbono en sus suelos..
¿Cómo lo hacemos?
- Lideramos proyectos de investigación para comprender mejor las causas, las tendencias y los efectos del cambio climático en los ecosistemas y la vida silvestre.
- Apoyamos la generación del conocimiento necesario para diseñar estrategias de mitigación efectivas frente a los posibles escenarios de cambios a través del financiamiento de estudios llevados adelante por expertos en el tema.
- Monitoreamos especies nativas que serían particularmente vulnerables al cambio climático, como el pingüino penacho amarillo y el chinchillón, y evaluamos posibles estrategias de adaptación.
- Nos asociamos con comunidades y gobiernos locales para encontrar soluciones basadas en ciencia que promuevan la adaptación a sus impactos inmediatos y proyectados.
- Desarrollamos un programa de regeneración y coexistencia para fomentar actividades ganaderas que apunten a mitigar el uso intensivo de los suelos, restaurar las tierras degradadas y proteger la biodiversidad de los pastizales patagónicos.
- Fomentamos la creación de áreas protegidas conectadas y climáticamente inteligentes que fortalezcan la resiliencia de los ambientes y su biodiversidad.
- Trabajamos en el desarrollo de corredores biológicos para el cuidado de las especies que migran en distintas estaciones del año.
- Trabajamos de manera colaborativa con otras organizaciones de la sociedad civil para fomentar que se mantengan e incrementen los marcos regulatorios que protegen el ambiente y mitigan el cambio climático.
- Trabajamos articuladamente con el sector privado para fortalecer capacidades y reducir los impactos ambientales de sus operaciones promoviendo la aplicación de modelos de negocios naturaleza positivos basados en la jerarquía de mitigación, que busca prevenir, minimizar y restaurar los impactos negativos potenciales y, eventualmente, compensar los impactos residuales.