El majestuoso cóndor andino es una de las aves voladoras más grandes del mundo, con una envergadura de alrededor de 3 metros y hasta 12 kilos de peso. Los cóndores se han vuelto escasos en el norte de Sudamérica debido a la caza y la pérdida de hábitat, pero siguen estando presentes en la Patagonia y abundan en ciertas áreas. En las estepas patagónicas y andinas, históricamente estos carroñeros consumían en especial restos de guanaco y vicuña, pero ahora también se alimentan de restos de ganado y especies introducidas, como liebres europeas y ciervos colorados.
Desafíos
Los cóndores andinos han sido extirpados de gran parte de la Patagonia porque consumen ganado envenenado, colocado por los productores para eliminar a los depredadores. También son cazados por personas que creen que son frecuentes cazadores y matan a su ganado.
Nuestro trabajo
Trabajamos con productores ganaderos y agencias gubernamentales para mejorar las poblaciones de herbívoros que son alimento natural del cóndor andino y para reducir el uso de venenos para controlar carnívoros en toda la Patagonia. También ayudamos a guardaparques a monitorear los sitios de anidación y los posaderos de los cóndores para hacer un seguimiento del estado de la población. Por último, nuestra investigación busca comprender mejor los vínculos entre los cóndores y las especies nativas que son su alimento, para informar sobre esquemas de conservación más amplios que impliquen conjuntos de especies en la región.