Biólogo nacido en Nueva York el 29 de enero 1935 y fallecido 10 de junio 2023, Roger Payne fue pionero en la lucha para la conservación de las ballenas y los ambientes marinos cuyo trabajo se relacionó íntimamente con WCS.
"Acaba de dejarnos uno de los grandes y mas imaginativos defensores de los mares del mundo y protector de las ballenas".

Crédito: Guillermo Harris
12 de junio 2023 - Roger inició su carrera estudiando la capacidad que tienen las lechuzas para encontrar sus presas en la oscuridad. De allí, se interesó en los extraordinarios sonidos que emiten las ballenas jorobadas bajo el agua, encontró que estas constituyen verdaderos cantos subacuáticos y se unió a la lucha para frenar la caza comercial de ballenas en todo el mundo.
En 1970 Roger comenzó a trabajar con la Wildlife Conservation Society (WCS), entonces conocida como “Sociedad Zoológica de Nueva York”, y se trasladó junto a su primera mujer Katy y sus cuatro hijos, John, Holly, Laura y Sam, a lo que ellos llamaron el “campamento de ballenas” en las costas del Golfo San José en la Península Valdés, donde pocos años antes se había descubierto una pequeña población de ballena franca austral que había eludido la industria ballenera y cuyos ballenatos aún se criaban en las aguas tranquilas.

Crédito: Guillermo Harris
La ballena franca austral fue una de las especies de mamífero marino que más cerca había llegado a la extinción a causa de la caza comercial. Comenzando en aquel entonces con Roger, WCS tenía—y aún mantiene—interés en ayudar a proteger esta especie y promover su recuperación. Con el tiempo, Roger fundó su propia organización, la “Whale Conservation Institute - Ocean Alliance” con su organización hermana en Argentina, el “Instituto de Conservación de Ballenas”, con los cuales WCS continúa trabajando en cercanía hoy en día.
Dotado de una extraordinaria imaginación, Roger fue una fuente inagotable de ideas destinadas a develar los secretos de las ballenas que ponía en práctica con entusiasmo desenfrenado. Ideas que siempre incluían cierto grado de riesgo y aventura, como fotografiar las ballenas francas en Península Valdés desde aviones para su identificación por medio de sus callosidades, tarea que aún se lleva a cabo cincuenta años mas tarde.

Crédito: Matías Arenas
Algunas de sus ideas terminaron siendo demasiado aventuradas e impracticables, como el tanque transformado en submarino para ser utilizado como plataforma de observación subacuática, que terminó siendo objeto de gran interés por parte de las ballenas una vez llevado al agua. El humano observador se transformó en sujeto observado por las ballenas y el tanque en un gran juguete tamaño ballena. Pero los intentos fallidos nunca lo desanimaron, por el contrario, los aceptaba con incontenible humor y los transformaba en aprendizaje y punto de partida de nuevas ideas. Y éstas se seguían una tras otra, el parapente, el globo con hidrógeno, el ultraliviano... Roger nunca descansó en la búsqueda de plataformas para la observación del comportamiento de las ballenas.
Roger cautivaba audiencias y era poseedor de un gran carisma, como aquella noche en Puerto Madryn durante los ‘80 cuando un auditorio entero permaneció en silencio escuchando la grabación del sonido de una ballena jorobada mientras Roger dibujaba con tiza en un pizarrón cada sonido individual, y la fascinación generalizada cuando luego de media hora la ballena comenzaba a repetir los sonidos de su canto. Sonidos éstos que sólo Roger supo hacer incluir en la grabación del disco de oro que fue enviado junto a otros mensajes en las naves espaciales Voyager 1 y 2, naves que hace poco dejaron nuestro sistema solar para adentrarse en el espacio infinito. Sus ideas eran siempre así, gigantes, innovadoras, transformadoras, empujando los limites de lo posible.
Roger fue un verdadero embajador para las ballenas francas de la Península Valdés, Argentina, sin ser formalmente nombrado para este cargo. La famosa revista National Geographic en su edición de marzo 1976 publicó artículos sobre la Patagonia y el trabajo de Roger con las ballenas cuando el avistaje de ballenas en Puerto Pirámide apenas estaba en sus inicios, y así Roger ayudó a mostrar nuestra región al mundo. La siguieron infinidad de documentales, artículos, notas y presentaciones. Con intensa participación en las reuniones de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), su influencia cumplió un papel clave en la creación de la moratoria de la caza comercial de ballenas que entró en vigencia en 1986 y que gracias a él y a muchas personas a quienes ayudó a formar, continúa en vigencia.
Te vamos a extrañar Roger, con tu castellano único y tus cabellos despeinados, tus ideas extraordinarias y tu entusiasmo. Has sembrado en multitudes la pasión por las ballenas y la conservación del mar. Queda en quienes tuvimos la enorme suerte de conocerte la tarea de continuar tu legado. Tu recuerdo estará presente en cada canto de ballena que emana desde las enormes catedrales marinas de las profundidades del océano.

Crédito: Mariano Sironi
Palabras compartidas por Guillermo Harris, Conservacionista Senior de WCS Argentina