Los recorridos de 22 ballenas francas australes están siendo registrados durante la séptima edición del proyecto colaborativo “Siguiendo Ballenas”. Como en temporadas anteriores, sus movimientos se actualizan a diario en el sitio www.siguiendoballenas.org. Este año se equiparon con transmisores satelitales de última generación a 16 individuos en el Golfo Nuevo y a 6 en el Golfo San Matías.
Rodocrosita, una de las ballenas francas equipada con transmisor satelital en septiembre de 2022. Foto: Paula Faiferman - Siguiendo Ballenas
Lunes 7 de noviembre de 2022 - Las 22 ballenas instrumentadas con transmisores satelitales en septiembre de 2022 en la costa argentina ya están protagonizando el nuevo ciclo del proyecto “Siguiendo Ballenas”. El registro de sus movimientos dentro de los golfos norpatagónicos y de sus viajes oceánicos aporta información necesaria para localizar ambientes clave para el ciclo de vida de la especie, comprender cómo las ballenas responden al cambio climático y promover medidas para su conservación.
Los visitantes del sitio www.siguiendoballenas.org pueden encontrar allí la actualización diaria de los recorridos de las ballenas que, este año, están identificadas con nombres de piedras preciosas y semipreciosas y agrupadas de acuerdo al área en la que fueron equipadas: 16 en el Golfo Nuevo (Chubut) y 6 en el Golfo San Matías (Río Negro).
Actualmente, siete de las 22 ballenas portan transmisores aún activos: Ágata permanece en las tranquilas aguas del Golfo Nuevo de Península Valdés; Malaquita y Andesina emprendieron recientemente sus viajes hacia las áreas de alimentación en el Atlántico sur; Rodocrosita y Turmalina continúan en las aguas profundas de la cuenca oceánica desde hace 3 semanas aproximadamente; y Granate y Zircón se mantienen sobre la plataforma continental.
Registro de ballenas con transmisores activos al 7 de noviembre de 2022.
Los dispositivos dejan de transmitir señal cuando se desprenden o cuando se agotan sus baterías, lo que puede ocurrir semanas o meses después de ser colocados, dependiendo de una serie de factores.
Manejo y conservación
Desde el inicio de este proyecto en 2014 y a lo largo de 7 temporadas, se equiparon y registraron las trayectorias de 87 individuos en Península Valdés y el litoral marítimo argentino para conocer las rutas migratorias y las áreas de alimentación en el Atlántico sur y los mares subantárticos que usan las ballenas.
El seguimiento satelital genera información sobre aspectos del comportamiento de esta población de ballenas hasta ahora no descritos, en particular en áreas muy alejadas de las costas. Entre otras variables, los investigadores estudian el uso de los golfos norpatagónicos, la velocidad y las distancias de desplazamiento diario. En los últimos años, también lograron identificar las áreas y distancias recorridas en un viaje migratorio completo de una ballena con cría, las diferencias del viaje migratorio de una misma ballena en dos años diferentes -una vez siendo madre y otra sin cría- y, registros récord de migración latitudinal austral de madres con cría.
El estudio aporta información científica y contribuye a la misión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), de la cual Argentina es signataria y miembro de gran importancia en relación al Plan de Manejo para la Conservación de la Ballena Franca Austral del Atlántico Sudoccidental.
Innovación tecnológica
Otra de las contribuciones del proyecto es el desarrollo de mejores tecnologías para el seguimiento de ballenas. Los transmisores satelitales utilizados hoy han ido evolucionando desde el comienzo de “Siguiendo Ballenas”, en parte, gracias a los resultados de la propia investigación. De esta manera, en la nueva temporada se incorporaron equipos de última generación para obtener más información y de mejor calidad sobre la localización de cada individuo.
Algunos dispositivos colocados este año permitirán obtener datos sobre oceanografía para entender de qué manera usan los ambientes marinos y prever cómo se comportarían frente al impacto del cambio climático en el océano a largo plazo. Es la primera vez que se aplica este tipo de dispositivos en el Hemisferio Sur para la investigación de ballenas; e, incluso, su uso resulta innovador a nivel global.
Los investigadores también se esfuerzan por implementar tecnología más segura para garantizar la salud y el bienestar de los animales, bajo la supervisión de un sólido equipo de veterinarios, biólogos y bio-ingenieros. Con el paso del tiempo, los dispositivos se desprenden con nulos o mínimos y breves efectos en el comportamiento y la salud de las ballenas portadoras.
La colocación de satelitales se realiza bajo la supervisión de veterinarios y biólogos, a los fines de garantizar la salud y el bienestar de los animales. Foto: Paula Faiferman - Siguiendo Ballenas
Red de colaboración global
El trabajo sostenido en el tiempo y los valiosos resultados obtenidos son posibles gracias a la naturaleza multiinstitucional de este proyecto, que cuenta con la cooperación y el apoyo de varias instituciones de Argentina, Brasil, Dinamarca y Estados Unidos.
“Siguiendo Ballenas” es el resultado del trabajo colaborativo entre el Laboratorio de Mamíferos Marinos del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR-CENPAT-CONICET), el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni (CIMAS-CONICET), la Escuela de Ciencias Marinas (ESCiMar) de la Universidad Nacional del Comahue, la Fundación Patagonia Natural, el Instituto Aqualie, el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), Marine Ecology and Telemetry Research y National Oceanic and Atmospheric Administration de Estados Unidos, el Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral, University of California Davis – Wildlife Health Center y Wildlife Conservation Society Argentina (WCS). Esta temporada también se sumaron al equipo investigadores del Greenland Institute of Natural Resources, del Marine Mammal Research de Aarhus University, y del fabricante de transmisores Wildlife Computers.
El proyecto cuenta con el financiamiento de organizaciones de Argentina, Brasil y Estados Unidos, sobre todo para el desarrollo de la tecnología utilizada en los dispositivos. Los aprendizajes de este proyecto podrán ser aplicados en diversas poblaciones de ballenas críticamente amenazadas alrededor del mundo.
Cuenta además con el aval de la Comisión Ballenera Internacional, el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina, las provincias de Chubut y Rio Negro y de la Prefectura Naval Argentina. Recibe aportes de información y fotos de integrantes de la Asociación de Guías Balleneros y la comunidad de Puerto Pirámides, y de la Asociación de Prestadores de Servicios Náuticos del Municipio de San Antonio Oeste.
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CONTACTO DE PRENSA:
Florencia Lemoine, Coordinadora de Comunicación WCS Argentina, +11 33171923, flemoine@wcs.org