A dos años del inicio de la pandemia, cierta nostálgica normalidad parecía percibirse, pero el 2022 trajo nuevos recordatorios sobre la fragilidad del mundo que conocemos: temperaturas extremas, sequías prolongadas e incendios masivos provocaron impactos devastadores y pusieron en peligro el soporte natural de la vida.
El planeta está cambiando; el clima está cambiando; los bosques, pastizales, humedales, ríos, turberas y océanos, también, a causa de sistemas de producción y consumo que resistimos cambiar. La vida es cambio, es cierto, pero si sucede a un ritmo y escala insostenibles, vulnera los sistemas ecológicos, biológicos y sociales que transitan la vida a cambio lento, limitando su capacidad de aprender y adaptar.
La humanidad debe asumir su rol ineludible respecto a las causas de las tres grandes crisis globales que enfrentamos: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y las pandemias. Contribuir a preservar el rol fundamental que puede cumplir la naturaleza para mitigar las consecuencias, es indispensable.
Es difícil conservar lo que no se valora y, más aún, valorar lo que no se lo conoce. Por eso, seguimos descubriendo y aprendiendo más acerca de las especies y ambientes silvestres de Argentina. Y esperamos que navegar a través de este boletín, también les inspire a sumarse a las acciones necesarias para conservarlos.
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Un abrazo,
Mariano González Roglich
Director de WCS Argentina