Este enfoque innovador busca aplicar diferentes técnicas para mantener los suelos saludables y asegurar una mejor producción ganadera a largo plazo, restaurando los ecosistemas. Sumando técnicas amigables con la fauna silvestre, la organización de conservación de la naturaleza WCS Argentina acompañó a a familias productoras y establecimientos agropecuarios a implementarlo en más de 300 mil hectáreas de la Patagonia durante los últimos años y ahora expande el proyecto al Caldenal del centro del país.
La planificación y el monitoreo regular son factores decisivos para el buen manejo de las pasturas. Imagen: ganado en el campo Morro Chico de la familia Gallie en Río Turbio, Santa Cruz; crédito: Celine Frers.
Mayo de 2025 - De algodón, lana o cuero, la mayoría de la ropa comienza como materia prima en campos agroganaderos. Sin embargo, el manejo no planificado de la producción agropecuaria puede degradar la tierra por deforestación o sobrepastoreo, generando un impacto negativo tanto en la actividad como en la naturaleza. En los últimos años, muchas familias y establecimientos ganaderos comenzaron a implementar nuevas prácticas en sus campos para recuperar la salud de los suelos y pastizales, priorizando los procesos naturales y respetando los tiempos necesarios para su regeneración.
Este tipo de ganadería, regenerativa y sustentable, es una tendencia a nivel mundial porque logra favorecer a las economías locales, colaborar en la protección de la naturaleza y mitigar los efectos del cambio climático. También se trata de un modo de producción sumamente valorado por la industria textil y de marroquinería, por su interés en ofrecer productos con materias primas generadas a través de procesos sustentables y en armonía con el ambiente desde su origen.
Como organización de conservación de la naturaleza, WCS Argentina trabaja en paisajes que han sido modificados por la actividad ganadera y viene acompañando a familias productoras y establecimientos agropecuarios de la Patagonia que implementan o desean aplicar medidas para coexistir con la flora y fauna nativas, generando mejoras en la planificación de la actividad productiva y en el acceso a nuevos mercados. En los últimos 5 años, se observó un mayor interés del sector rural en implementar este tipo de innovaciones junto a WCS, y se han sumado hasta ahora 70 campos a la propuesta de la organización.
“Buscamos promover un cambio en toda la cadena de valor hacia prácticas que respeten los procesos biológicos, contemplen la conservación de la biodiversidad y aseguren la viabilidad de la producción a largo plazo”, señala María José Bolgeri, gerente de manejo regenerativo de WCS Argentina. “Luego, esta producción sustentable se puede vender a un mayor valor, lo cual también mejora la economía de productores y productoras. La industria textil y de marroquinería es parte del cambio, dado que muchos consumidores están empezando a cuestionar el origen y la forma de producir las materias primas de los productos que eligen”, agrega.
El estudio de la ecología de las diferentes especies silvestres es vital para entender el estado de las pasturas y realizar planificaciones integrales de pastoreo. Imagen: campo Morro Chico de la familia Gallie en Río Turbio, Santa Cruz.; crédito: Celine Frers.
Los pilares de un modelo de producción alternativo y regenerativo
La implementación de la ganadería regenerativa comienza con el interés de los productores en manejar el ganado de una forma diferente a la tradicional, planificando el pastoreo según la productividad de sus pastizales y la presencia de otros herbívoros silvestres nativos. Luego, se diseñan muestreos de vegetación y suelo para evaluar su estado. También se analiza la distribución, presencia y abundancia de herbívoros y carnívoros de tamaño mediano y grande, como pumas, choiques, guanacos y zorros.
Con esos datos se define, junto al productor, el plan de pastoreo de verano y de invierno. La planificación consiste en definir la cantidad de animales y los tiempos de pastoreo y de descanso necesarios para maximizar el bienestar animal, la recuperación de pasturas y la retención de carbono y agua en los suelos, en cada sector que es utilizado por el ganado. Esto favorece que la producción de forraje para el ganado sea predecible en el tiempo y más resistente a los cambios en el ambiente, como las sequías, nevadas o incendios. En relación a la fauna nativa que puede afectar la producción ganadera por ser depredadores -como el puma, zorro o gatos silvestres- o competir por el espacio y las pasturas -como el guanaco-, se recomiendan técnicas no letales, como la incorporación de perros protectores de ganado, la instalación de luces nocturnas, las mejoras de corrales de encierre y la instalación de protectores para las aguadas artificiales.
Las producciones de fibra y cuero obtenidos bajo estos métodos pueden conseguir la certificación internacional Wildlife Friendly™ (Amigable con la Vida Silvestre), que los posiciona de un modo favorable en el mercado y tiene una gran recepción por parte de diseñadores y sus clientes. En 2023 y 2024, por ejemplo, WCS Argentina acompañó a una cooperativa de productores patagónicos en el proceso de venta de sus fibras certificadas, logrando incrementar entre 15% y 20% su valor de venta.
Los perros protectores de ganado no sólo son “los mejores amigos del productor”, sino también de la conservación del ecosistema. Al reducir las pérdidas por depredación, los productores tienen la oportunidad de ajustar sus cargas ganaderas a la capacidad de las pasturas, evitando así la desertificación por sobrepastoreo. Imagen: Gregorio Ibáñez.
La ganadería regenerativa en la estepa patagónica
El enfoque de ganadería regenerativa es versátil, se adapta a la realidad de cada entorno natural, suelo y clima, como así también a las posibilidades de manejo de cada productor. En la Patagonia, las áreas ganaderas se componen de pastizales y el ganado predominante es el ovino y caprino. Cuando las cargas de ganado son muy altas hay más probabilidades de que los suelos se desertifiquen, impactando en la producción y en las especies nativas. Considerando además las hostilidades del clima, con bajas temperaturas y fuertes vientos que afectan al ganado, el manejo regenerativo resulta una solución efectiva, contribuyendo a acomodar las cargas y el movimiento del ganado en función de la productividad de los campos.
La familia Gallie maneja 121.500 hectáreas en sus campos de Camarones (Chubut) y de Río Turbio (Santa Cruz), y es pionera en aplicar técnicas de manejo regenerativo. “El campo es una especie de unidad funcional que combina producción con vida silvestre”, remarca Juan Gallie, quien explica que para llevar adelante este enfoque, "primero tuvimos que adecuar la infraestructura, hacer divisiones para modificar la distribución del agua, y eso también implica un cambio en la forma de trabajar. Con la práctica fuimos aprendiendo que además de mirar el pastizal, hay que ver el estado del animal". Desde hace cuatro años, con el acompañamiento de WCS Argentina, y gracias al trabajo realizado, obtuvieron la certificación Wildlife Friendly™.
"El trabajo constante, sistemático y con un objetivo claro se empieza a plasmar en el pastizal y en el desarrollo de los animales, todo se va alineando y se logran los resultados. Por ejemplo, este año, nuestros ovinos dieron 104% de señalada, que es la eficiencia reproductiva, y los corderos pesaron 14 kilos y medio al gancho y con un merino fino de muy buen micronaje; estos son grandes indicadores luego de un invierno tremendo en cuanto a clima. En las vacas, con los 4 años de sequía bajamos la carga a la mitad y logramos un porcentaje de 92% de marcación del ternero, y terneros de 6 meses que pesan 200 kilos en promedio”, comenta por su parte Esteban Gallie, quien junto con Juan, su hermano, han apostado al desarrollo de los campos.
Los estudios de suelo permiten conocer el estado de los pastizales, su evolución, su capacidad de mantener en buenas condiciones al ganado, además de estimar la captura de carbono atmosférico, un factor de enorme importancia en la lucha contra el cambio climático. Imagen: monitoreos en Mendoza; crédito: Jairo González - WCS Argentina.
El caldenal pampeano, otra geografía ganadera
Otro caso particular se da en el centro del país, con predominancia en la provincia de La Pampa, donde se encuentra el 70% de la superficie remanente del bosque nativo de caldén. En esta zona productiva, el ganado principal es el vacuno y las mayores amenazas para el ecosistema son la expansión de arbustos y los incendios descontrolados. Allí el enfoque de ganadería regenerativa apunta a aplicar técnicas de apotreramiento, distribución del agua, y períodos de pastoreo y descanso del ganado que puedan aumentar los índices productivos, a la vez que minimizar la degradación de los suelos y la pérdida de hábitat para la fauna silvestre.
“Buscamos impulsar una gestión regenerativa del pastoreo y de las prácticas de procesamiento del cuero alineadas al cuidado del ecosistema”, comenta Lautaro Córdoba, coordinador de conservación de WCS Argentina en el Caldenal. “Según los relevamientos que realizamos con productores, el desafío es diseñar esquemas estratégicos de pastoreo y un incremento en la cantidad, calidad y mejor distribución estacional de forraje que aumente los índices productivos del ganado, como la preñez, la parición y el destete”.
El respeto de los ciclos ecológicos aumenta la cobertura de especies nativas de alto valor forrajero como flechillas y unquillo. Además, el suelo mejora su capacidad de almacenar agua de lluvia y aumenta la cantidad de nutrientes e insectos que contribuyen a su fertilidad. De esta manera, se busca una mayor previsibilidad en la oferta forrajera, lo cual aumenta la resiliencia ante sequía e incendios. Por otro lado, la selección de árboles mediante raleos evita la acumulación de material combustible y las quemas prescritas previenen los incendios descontrolados.
La ganadería regenerativa propuesta por WCS Argentina junto a Wildlife Friendly Enterprise Network, con apoyo del Fondo Regenerativo para la Naturaleza, es una manera alternativa y sostenible de usar los suelos y el territorio, contribuyendo con la rentabilidad de las familias rurales y permitiendo la coexistencia de estas actividades humanas con el paisaje natural y su biodiversidad. “Por eso, este enfoque podría representar una solución global para la naturaleza, las personas y el clima”, concluyen desde la organización.
Un manejo ganadero adecuado puede ser beneficioso para los ambientes naturales. Imagen: ganado en el caldenal en La Pampa; crédito: Lautaro Córdoba - WCS Argentina.
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